Mi nueva casa
En menos de dos meses estaré de nuevo en casa, bueno en Sevilla, resulta curioso como puedes considerar más tu casa un piso alquilado en el que no había ningún mueble de mi propiedad que la casa donde has vivido siempre, sin embargo ahora que me he mudado pienso que aquel piso era mi casa, incluso este nuevo piso en el que llevo 2 días lo considero mi casa más que Sevilla o Almonte donde he vivido 25 años. He hablado con mucha gente que lleva años viajando por el mundo, cambiando año tras año de país, buscando un lugar donde establecerse, estaban seguros de que su país de origen no lo era pero no terminaban de encontrarlo, yo creo que he encontrado eso aquí en Copenhague, he encontrado un hogar, al contrario que muchos no me siento como un inmigrante en esta ciudad, recuerdo mi último viaje a España, lo que sentí cuando volví, cuando me monté en el tren en el aeropuerto, cuando coji el autobús de vuelta a casa, sentía que estaba de vuelta en casa, además como dice una buena amiga no puedo volver a España, aquello esta lleno de callos y gente normal.
Cuando empaquetaba todo para la mudanza volví a encontrar muchos recuerdos sin los cuales resultaría imposible explicar este año, aquel llavero pedorro que sirvió para comprobar que Anni y María serían mis amigas, el boomerang regalo de mi buen amigo Sergio llegado desde Sydney, el collar de flores hawaianas "tomado prestado" de aquella fiesta en la casa hippie, el sombrero con el que me recorrí todo Copenhague tras la fiesta de "Sufí" y por supuesto el condón que me regaló Anni como símbolo del día que nos conocimos; todos estos objetos y alguno más volverán conmigo a España, no se como haré para llevarmelo todo pero tengo claro que no puedo dejarlos.
Hace 10 meses llegué con una maleta y un año más tarde volveré con tantas cosas que me tendré que dejar el sueldo al facturar, por que además de toda la ropa y recuerdos que tengo que llevar mi maleta irá cargada de objetos de primera necesidad sin los cuales no podré sobrevivir en Sevilla y por los que tendré que volver periódicamente a Copenhague, objetos como tuborgs, brownies y alguna barbacoa de un solo uso, cosas que no podré comprar en España y sin las que no sabría sobrevivir ahora.
Me gusta este nuevo barrio, el viernes salimos a una fiesta al lado de mi casa y anoche la que estaba llamada a ser la fiesta del año en Copenhague tampoco quedaba ni a 5 minutos en bici de aquí, sin embargo echo de menos mi antiguo piso, a mis "naked neighbours" y los muchos y buenos recuerdos que me traía cada rincón de aquella casa, aquellos cafés antes del gimnasio que siempre acababan en el paradis, aquellos brownies por la mañana ;-) , aquellas películas tirados en el sofá...
Esta noche viene mi amigo Javi, pondría una foto suya pero se perdieron todas con mi disco duro, sin embargo mi camara parece que revive por momentos de modo que con suerte traeré muchas fotos de mis vacaciones. Este post es solo para daros envidia, mañana parto de vacaciones a recorrer las repúblicas bálticas Estonia, Letonia y Lituania, a pesar de ser un precario ICEX también tengo derecho a desconectar una semana, olvidarme de la oficina, de preocuparme por lo que haré a partir del 1 de Octubre. Esta semana solo quiero disfrutar y no pensar en que me quedan 54 días para volver a Sevilla y que la próxima vez que vuelva a Copenhague probablemente será solo de visita, por que esta claro que volveré no es tan fácil libarse de mí :P
A disfrutar, nos vemos a la vuelta.
2 Comentarios:
Repúblicas bálticas... mmm...
Resulta curioso encontrar el hogar tan lejos. El mio sigue allí, no se si en mi casa pero si entre Salamanca y mi pueblo.
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