martes, enero 31, 2006

Amigo invisible

Llevaba tiempo sin postear pero es que he estado muy ocupado, pero cuando he recibido hoy el regalo de mi amigo invisible me he dicho esto tengo que contarlo, y en eso estamos. Primero os pongo en antecedentes, para los que no lo sepais los becarios de informática organizamos un amigo invisible a nivel mundial, teniamos que mandar un regalo, preferiblemente típico de tu destino, a otro becario que sería eleido al azar, por supuesto nadie sabe quien será su rey mago hasta que le llega el regalo. Pues hoy ha llegado mi regalo, y mi amigo invisible ha resultado ser el becario de Sydney, mi compañero Sergio, con el que estuve trabajando hasta el último día en la misma empresa y en el mismo proyecto, nos fuimos de la empresa el mismo dia, hicimos los exámenes para conseguir la plaza de becario juntos, hicimos el curso en Madrid, compartiamos apartamento en los Andromeda y me quito mi plaza en Sydney, esto último lo digo sin mala leche pero es cierto y cuando he visto las imagenes de Sydney, la playita, el sol... y luego he mirado por la ventana y he visto la nieve desaciendose no he podido evitar odiarle un poco, jeje, pero solo un poco Copenhague tiene otros encantos y me alegro de que Sydney le tocara a él. Bueno y que es lo que me han traido los reyes, pues una camiseta, un cd con imagenes de Sydney, las postales de la era digital que dice que son y lo que más me ha gustado, bueno a mi y a toda la oficina, un boomerang, viniendo de Australia no podía ser otra cosa. Aquí teneis las fotos

El boomerang hecho a mano por los aborigenes, con certificado de autenticidad y todo, fijaos en el boomerang
Ahora tendré que practicar con el boomerang para cuando volvamos a Sevilla poder tirarlos juntos. Y mi amigo invisible que no se preocupe que su regalo esta en camino, esta un poco lejos pero ya debería de haber llegado.

lunes, enero 16, 2006

Patinando... o casi

No ha vuelto a nevar pero las pistas de patinaje siguen funcionando de modo que ni corto ni perezoso me encamine a patinar, y allí que fuí a una pista al lado de mi casa.

Así empezó la tarde:
Me puse los patines, ahí pase por lo menos 10 minutos hasta que lo conseguí, 10 minutos viendo a niños de 10 años como kamikazes por la pista haciendo piruetas, derrapado... parecía fácil. Pero no, allí estaba yo intentado mantenerme en pie mientras que montones de niños patinaban tan ricamente, como cafres pero sin ningún problema.
Como podeis ver consegui ponerme de pie, e incluso dar algunas vueltas, no con el estilo de los autoctonos, pero claro yo no soy danés, que probabilidad hay de que un tío de Huelva necesite patinar sobre hielo, esta claro que la evolución hizo que los daneses patinen y los de Huelva no.